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Cada vez son más las personas que se interesan por conocer qué es y cómo funciona el cashback, un concepto que se ha popularizado a lo largo de los últimos años por las ventajas que tiene para los usuarios. No obstante, hay personas a las que no les queda claro su funcionamiento, por lo que te vamos a explicar todo lo que debes saber al respecto.

¿Qué es el cashback?

Cashback significa devolución de dinero o dinero de vuelta, como se prefiera llamar. Se trata de un sistema a través del cual una persona que realiza algún tipo de compra en un comercio, recibe un porcentaje del mismo de vuelta.

Su funcionamiento es muy sencillo, ya que muchas entidades bancarias y emisores de tarjetas de crédito o de débito, además de distintas plataformas, ofrecen a los usuarios la posibilidad de devolverles un porcentaje de las compras que abonan con estos medios de pago en determinados comercios.

Ahora bien, es posible que te estés preguntando la manera en la que ese dinero regresa a tu cuenta. Para ello existen dos posibilidades principalmente, que son las siguientes:

  • Devolución del dinero: La primera de las opciones, y también la que se usa con una mayor frecuencia, es que el usuario que realizó compras aprovechándose del cashback recibe a final de mes (o una vez alcanzada una determinada cifra estipulada por la entidad o plataforma) un abono cuyo importe se corresponde con un porcentaje de las compras que realizó durante el periodo anterior. Para ello se deberán haber cumplido con las diferentes condiciones estipuladas en la promoción.
  • Cheques regalo: Otra de las opciones posibles que la entidad financiera o plataforma devuelva el dinero a los compradores en forma de cheques o tarjetas regalo. Habitualmente estos cheques son aptos para ser utilizados para nuevas compras en comercios determinados, ya sean físicos o virtuales.

Con frecuencia, los emisores de tarjetas tienen la posibilidad de ofrecer a sus clientes un cashback en virtud de los acuerdos que llegan a alcanzar con los vendedores. El sistema tiene un funcionamiento más sencillo de lo que puedas llegar a pensar; y es que será suficiente con que un comercio ofrezca al emisor de tarjetas o plataforma un descuento por las compras de los usuarios en su tienda.

De esta manera, el emisor de la tarjeta hace publicidad de la tienda y ayudará a que esta pueda incrementar sus ventas. A cambio, ese porcentaje aplicado por la tienda a la entidad financiera o plataforma, es devuelto al usuario de forma total o parcial en forma de cashback.

En ocasiones es el propio usuario el que tiene la posibilidad de elegir entre una lista de comercios aquel o aquellos en los que desea recibir su cashback, de acuerdo a sus propias preferencias. De esta manera, es incluso posible que se generen programas de cashback específicos en los que se ofrecen a los usuarios diferentes posibilidades.

¿Qué beneficios tiene el cashback?

Para poder entender mejor en qué consiste el cashback es necesario conocer sus ventajas, siendo el usuario el que se ve muy beneficiado de ello. Por el simple hecho de utilizar una determinada tarjeta o un servicio de compra en particular, obtiene un descuento directo en la compra de determinados servicios o productos. De esta manera, puede recibir un porcentaje de su inversión como retorno, como si se tratase de una oferta o descuento convencional que puede encontrar en el supermercado, lo que, en ocasiones, gracias a este método, se convierte en una opción muy jugosa e interesante por el dinero que es posible llegar a ahorrar.

Si los comercios incluidos en el acuerdo para el cashback coinciden con aquellos en los que ese usuario hace compras de manera recurrente, este estará disfrutando de un beneficio aún mayor, ya que no tendrá que modificar ni siquiera sus hábitos de compra y estará recibiendo una devolución de lo pagado.

No obstante, el reembolso del dinero en este caso no es inmediato, sino que en función de cada caso en particular ese dinero es devuelto al cliente a final de mes o una vez alcanzada una cifra mínima estipulada por el servicio. En este caso conviene conocer las condiciones de cada caso en particular antes de comenzar a utilizarlo.

Por su parte, para el comercio electrónico o tienda en la cual se pueden realizar las compras de productos o la contratación de servicios, el cashback no deja de ser una herramienta más con la que captar a clientes potenciales y de monetizarse. Aplicando unos pequeños descuentos, puede tener ante sí una potente herramienta de marketing con la que darse a conocer entre los usuarios que hacen uso de esa plataforma o tarjeta de crédito o débito.

Así, puede “robar” ventas a la competencia. Por lo general, para los comercios son campañas de marketing que suelen salir baratas, ya que, en lugar de invertir directamente en publicidad, se ofrecen descuentos a los propios clientes, a los que incluso se puede llegar a fidelizar gracias a este método.

Finalmente, también cabe destacar los beneficios para la propia entidad emisora de las tarjetas o prestadora del servicio. Gracias al cashback pueden lograr tener ese aspecto diferenciador en el mercado con respecto a su competencia, un valor añadido que no todas las empresas ofrecen y que puede llegar a reportar numerosas ventajas en diferentes aspectos.

El cashback garantiza la transaccionalidad de las tarjetas, que es en muchas ocasiones el principal objetivo de quienes se encuentran tras ellas comercializándolas. Además, el usuario que hace uso de una determinada tarjeta o servicio de forma recurrente, está más vinculado a la plataforma y entidad, y esto hace que tenga un pensamiento más abierto a comprar otros productos relacionados, en lo que se conoce como cross-selling.

De esta manera, parece claro que el cashback ha llegado para quedarse y que no dejará de crecer a lo largo de los próximos años. Sus numerosas ventajas para todos los participantes en el sistema permiten que todos ellos tengan alguna razón para apostar por él.

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